Los ríos pueden ser imperfectos y aun así formar parte de un paisaje maravilloso.A la vista de mis ojos, Hampi.
Un lugar donde crees retroceder en el tiempo.
Un lugar que pensarías que ya estaba olvidado, como si ya hubiera pasado, y en los más adentros de India lo encuentras.
Cualquier fotografía no representa ni una mínima parte de lo que es.
Palmeras, arrozales, agua, ruinas de templos construidos con la misma piedra que acoge el lugar, casas de barro y tejados de paja.
Verde. Amarillo.
Carretera.
Familias que saludan. Niños que corren tras de ti. Niños que quieren tocarte.
Búfalos. Rebaños de cabras. Pastores y perros.
Mujeres recogiendo la cosecha y amontonándola en sus cabezas para transportarla.
Hombre vigilando la faena.
Otro hombre viendo pasar el tiempo, sentado.
Las horas no tienen precio.
El sol alumbra fuerte el día.
Ves esa mirada en los ojos de la niña de nunca haber visto a alguien como tú y esta asustada. Eres desconocida ante sus ojos.
Nos saludan. Muchos. Me dan la mano. Nice to meet you.
Dormir en el porche o incluso en tiendas de campaña.
Familias enteras viviendo con lo mínimo y mientras, los niños juegan, Las vacas comen, y las cabras pasean.
Un mono se acerca y me tira del bolso, tiene hambre.
Su compañero fue más avispado y ahora se come el helado robado
de aquel señor, y el tercero en discordia corre con una botella de agua en sus manos.
Silencio. Parece inconcebible en India.
Tranquilos, serenos y sonrientes.
Aquel hombre con un pañuelo tornado en la cabeza, pasea tranquilo, despacio, con sus manos hacia atrás agarradas y como vestimenta una camisa y una falda de tela atada a su cintura.
Su constante paso nos adelanta y le perdemos en la carretera.
Viaje a la India. Hampi. Día 35 -
Adriana López
Fotografía de Adriana López