Viajando
Viajando
Llega un momento del viaje en el cual tu mochila se convierte en tu casa y tu mismo eres tu hogar.
Da igual donde estés y hacia donde te dirijas, tú sabes que estarás bien. Como en casa.
Tienes tras tu espalda ya miles de kilómetros cargados, y si miras hacia adelante, tu plan se describe como "sin plan" ya que lo único que haces es fluir con el viaje y dejarte llevar. Sin planear, sin horarios, ni tiempos. Solo guiarte de lo más sabio, tu intuición.
Y entonces, caminas.
Escribo con las olas del mar de fondo y si miro hacia atrás, caminé desde las montañas más asombrosas y espirituales de la tierra.
India, de norte a sur.
Y lo más bonito que está siendo del viaje, además de su paisaje como decorado, es la gente.
En cada rincón parece que te espera un trozo de la familia encontrada y formada, que aunque casi no te conozcas, compartes momentos mágicos, únicos e inigualables.
Te cuidas, mimas, te ríes y te sorprendes a ti misma queriendo a alguien que acabas de conocer.
Tantas historias contadas y escuchadas.
Tanta gente diferente a mi.
Tan diferente yo.
Y te despides con pena y alegría de haberles conocido.
Conoces una vida y te preguntas como puedo quejarme de la mía.
Caminas y aprendes. Reflexionas y a veces tan solo suspiras y descansas.
En momentos quiero parar, pararme yo, el tiempo y al mundo.
Estamos tan centrados en nuestra pequeña parcelita que nos olvidamos de lo más básico, de que formamos parte de algo más grande y que todos juntos somos uno.
Corremos deprisa y casi no nos dejamos ver, como las aspas de un ventilador.
Suena fuerte, gira aún más rápido y no lo ves.
Yo sigo viajando, conociendo y sintiendo.
Ahora empieza mi segunda parte del viaje y esta vez, sola.
Voy a apagar el ventilador.
Viaje a la India. Kerala. Día 47 -
Adriana López
Fotografía de Adriana López
la.aerea.descalza@gmail.com